Al hablar de tecnología nos referimos al uso de técnicas que permitan poner en práctica el conocimiento científico. La tecnología educativa se puede considerar como una disciplina con la cual se estimula el desarrollo de competencias en los estudiantes, fomentando con ello la apropiación de saberes y conocimientos necesarios para cumplir con los objetivos que previamente se hayan planteado.
El manejo de la información a través de las
tecnologías de la información y la comunicación (TIC) es uno de los grandes
elementos que han permitido los cambios sociales, políticos, económicos y
culturales de la sociedad moderna, en el área educativa la incorporación de las
nuevas tecnologías en los procesos de enseñanza ha permitido que los
estudiantes tengan el acercamiento a recursos valiosos que le permitan
enriquecer su experiencia educativa.
Según
Ferrer (2009) “El acceso a las TIC en los centros educativos debe ir acompañado
de políticas educativas capaces de transformarse en realidades generadoras de
ambientes de aprendizaje social y tecnológicamente mediados.” (p. 9). La integración de la tecnología de la
información y la comunicación en la educación va más allá de instalar equipos y
aplicaciones, se necesita incorporarlos como recursos al proceso enseñanza
aprendizaje, haciendo consciente a todos los actores del proceso que estas, por
sí solas, no benefician a los sistemas educativos y que además deben estar
acompañadas de políticas educativas claras en las cuales se promueva su uso y
mantenimiento.
A partir del año 2020 y producto de la
crisis sanitaria que provocó el COVID 19 muchas cosas cambiaron, entre estas la
educación, los estudiantes se vieron obligados a quedarse en casa y las
escuelas debieron llevarles el conocimiento, a partir de ese momento las
tecnologías se convirtieron en las protagonistas y lo que antes era una opción
se convirtió en el único recurso disponible para aprender y enseñar, sin
embargo, y como secuela de las improvisaciones que permitieron salvar un año
escolar totalmente atípico quedó evidenciado la falta de competencias
tecnológicas de muchos docentes y su resistencia a cambiar viejos paradigmas
educativos que le hacen ver la tecnología como una enemiga.
La tecnología es una disciplina viva, que
cada día cambia y con ella también deben ir evolucionando todos los actores de
los procesos en los que las TIC se vean involucradas, en materia de tecnología
educativa se deben seguir implementado programas de capacitación tecnológica a los
docentes en los cuáles se les sensibilice en tenor a la gran herramienta que
tienen a su disposición para transformar un labor docente en un experiencia
innovadora y llena de dinamismo y encanto para sus estudiantes, motivándolos a
ser protagonistas de su desarrollo como individuos.
Ferrer, M. L., & Madriz, F. S. (2009). Enfoques teóricos y definiciones de la tecnología educativa en el siglo XX. Revista Electrónica" Actualidades Investigativas en Educación", 9(2), 1-29.
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