No podemos dejar pasar por alto un hecho que vimos el pasado sábado en el estadio del Cibao FC.
Como es sabido, se medÃan en un juego decisivo de la semifinal, Cibao FC y Moca FC, los principales rivales del Norte.
El ganador avanzaba a la final y el perdedor se despedÃa hasta el próximo año, por lo que habÃa mucha presión y nervios en el juego.
Las dos gradas se abarrotaron de público, los locales del equipo naranja y decenas de guaguas que vinieron de Moca, para respaldar los aurinegros.
Fueron 90 minutos disputados bajo un intenso calor y al final, Cibao FC se impuso por goleada de 3-0.
En el equipo de Moca estaba el defensa Carlos Rossell, quien galopó por la cancha buscando anotar un gol para dedicarlo a su hijo.
Entonces, sucedió algo que nadie en principios entendÃa, en medio de la euforia del triunfo y la clasificación a la final, los jugadores del Cibao FC fueron hasta donde estaba Rossell y lo rodearon.
Comenzaron atravesar el campo con Rossell en el centro, como si lo llevaron secuestrado.
Los jugadores del Cibao FC treparon hasta las gradas y ayudaron a subir a Rossell, antes decenas de miradas que trataban de adivinar qué pasaba.
Llevaron a Rossell hasta donde estaba el ingeniero Manuel Estrella, presidente del Cibao FC y le explicaron la situación del mocano.
Rossell tiene un hijo de 12 años, que tiene cáncer y hay que hacerle un trasplante de médulas, para lo cual deben viajar a los Estados Unidos y necesitan la visa y recursos, de lo que habló la semana pasada en Revista Deportiva.
El ingeniero Estrella le dijo que podÃan contar con él y se comprometió ayudarlo para que su hijo pueda viajar y ser operado.
Es una pena, que momento antes el ministro de deportes, ingeniero Kelvin Cruz, quien estaba con Estrella se habÃa marchado, porque como hombre de Dios, seguro que hacÃa su aporte.
Hubo tres goles en el partido, pero el mejor gol se anotó después del pitazo final y en las gradas y con él ganaron los dos oncenos y todos los futbolistas. Ingeniero Manuel Estrella, eso es Sportsmanship.
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